Manos las de mi madre, tan acariciadoras,tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.¡Solo ellas son las santas, solo ellas son las que aman,¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,me sacan las espinas y se las clavan en ellas!Para el ardor ingrato de recónditas penas,no hay como la frescura de esas dos azucenas.¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustiasson dos milagros blancos apaciguando angustias!Y cuando del destino me acosan las maldades,son dos alas de paz sobre mis tempestades.Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;¡Son las únicas manos que tienen corazón!(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:aprended de blancuras en las manos maternas).Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,cuando tengo las alas de la ilusión caídas,¡Las manos maternales aquí en mi pecho soncomo dos alas quietas sobre mi corazón!¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
martes, 19 de agosto de 2025
Las manos de mi madre – Alfredo Espino
“Dedicada a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales.” ― Albert Espinosa
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